¿CONFIAR?

 

  A veces crees conocer a una persona, pero el tiempo te demuestra que no es como tu creías. Hay momentos en nuestras vidas en los que parece que están todos en nuestra contra, te dicen una cosa que crees imposible, pero no sabes si es cierto o no, y por otro lado te dicen lo contrario, por lo que te desconciertas aún más. En ese momento de inseguridad, en el que sientes como el mundo se ríe de tí, optas por confiar en lo que diga esa persona que siempre ha estado a tu lado, que nunca te ha fallado, y a la que quieres, pues piensas... ¿Por qué creerla a ella?, si hace meses que no cuenta conmigo para nada, no hablamos, no me llama ni quedamos, hace demasiado tiempo que ya se olvidó de mí y sólo piensa en él; por eso decidimos confiar en esa otra persona que sí nos llama, nos cuida, se despierta a media noche para abrazarnos, abrigarnos, se levanta si estas enferma y no duerme hasta que estás bien, esa persona que ves cada día, que te dice que te quiere, y aunque no sabes si es verdad, confías en él, porque no te ha fallado, no te olvida ni te deja sola, porque gasta su dinero para hacerte sonreír, te acaricia el pelo, y te secas las lágrimas de la cara cuando tienes un mal día. Por eso confías en él.
 
   Y cuando llega ese día, en el que estas sola, sin saber que creer, quien miente y porque, es entonces cuando te acuerdas de esos momentos buenos, de ese apoyo incondicional, y piensas... ¿Por qué tengo que creer en ella? Entonces decides confiar en él, olvidarlo todo, o por lo menos intentarlo, y seguir adelante, y cuando en algún momento te vuelve la duda piensas, aunque fuese verdad, eres tú a la que cuida, a la que ayuda y anima, y te das cuenta de que si hace tantas cosas por tí es porque realmente te quiere, y lo que haya podido suceder no importa. Simplemente, te quiere. 
 
   Y eso debería bastar, pero... cada noche al apagar la luz, la oscuridad se lleva el sueño y comienza un largo recorrido por el mundo de tus pensamientos, pues te atormenta la idea de la mentira, ¿Quién te habrá mentido? ya da igual el porqué, simplemente quieres saber que no ha sido él, deseas con todas tus fuerzas que no te hayas equivocado al confiar. Y finalmente caes rendida entre pensamiento y pensamiento, y al llegar el nuevo día, lo ves a tu lado, le oyes despertarte con cariño y sientes odio hacia tí misma por todo lo que pasó por tu cabeza antes de dormir, pues una persona que te trata de esa manera, puede tener un desliz, pero sería incapaz de vivir con la mentira.