20.08.2012 10:12
Todos tenemos una persona especial, una madre, un padre, un hermano, una abuela o abuelo, un primo... algún familiar al que queremos con locura, pero no le dedicamos el tiempo necesario, o sí, pero cuando estos se van sentimos que no hemos estado a su lado todo lo que habríamos querido, sentimos como si le hubiéramos defraudado... Lo peor es cuando esto sucede justo después de un mal día, una discusión o tras llevar días y días sin ver ni hablar con esa persona; el primero de los casos me sucedió a mí, por eso entiendo como os sentís todos los que habéis perdido a alguien especial, esa persona que es un pilar importante en vuestras vidas, que nos ayuda a seguir y a no equivocarnos, esas personas que incluso cuando no dicen ni hacen nada es como si te ayudaran con todo lo que necesitas, solo por estar hay, por darte un beso, un abrazo, o una simple palmadita en la espalda en señal de apoyo.
Para todos los que recordáis con añoro a todas esas personas que han dejado huella en nuestro corazón os animo a pensar en ellos, dedicarles un minuto de nuestras vidas y convenceros de que están en alguna parte, mirándonos, apoyándonos y queriéndonos como cuando estaban entre nosotros.
Muchos de ustedes pensaréis que ese dolor es imposible de cubrir, y es cierto, no se puede cubrir un amor familiar, lo que si podemos hacer es ponernos un parche en esa herida, taparla para que deje de sangrar y podamos seguir adelante sin sufrir como el primer día. Siempre habrá en nuestras vidas situaciones incómodas en las que nos cuesta hablar sobre todos los que nos han dejado aquí, pero yo creo que lo mejor es hacer frente a esa situación y creo que es realmente saludable dedicar un día para desahogaros, pensad que siempre hay alguien con quien hablar y contarle lo que sentimos, no debemos guardar ese dolor, pues cada vez será mayor y es mejor ir vaciándolo poco a poco, os aseguro que os hará sentir mejor.
Un Abrazo a todos los que entendéis como me siento. Seguid adelante, todos vuestros familiares estarán orgullosos de ustedes, incluso los que no están entre vosotros.